Seminario de literatura latinoamericana del CRLA-Archivos – primera sesión 2020

El tema del próximo seminario de literatura latinoamericana del CRLA-Archivos, cuya primera sesión tendrá lugar el 19 de junio 2020 en Poitiers, será «La forma del paréntesis y la digresión en literatura».  La presentación abajo permite enfocar unas primeras perspectivas de análisis y reflexión.

Las propuestas que nos hagan (en español, portugués o francés) deberán ser enviadas antes del 30 de mayo al correo electrónico: cecile.quintana@univ-poitiers.fr

La figura del paréntesis y la digresión en literatura

 

Cécile Quintana

Rania Talbi

 

Introducción

La puesta en tensión de un relato por la introducción de paréntesis o digresiones puede darse en varios niveles, el de la diégesis, narración, discurso o estructura. En su presentación del análisis estructural del relato, Barthes teoriza sobre distintas categorías de unidades narrativas. Las «funciones cardinales» son las unidades más importantes del relato que asumen una función de eslabón en la narración: «Para que una función  sea cardinal es necesario que la acción a la que se refiere abra (o mantenga o cierre) una alternativa consecuente para la continuidad de la historia»[1]. Por otro lado, las catálisis son unidades consecutivas que desempeñan una función completiva y ocupan el espacio entre las funciones cardinales. Así, podría considerarse que el paréntesis o la digresión sería el medio de diferir el cierre de una secuencia («una secuencia es una sucesividad lógica de núcleos, unidos entre ellos por una relación de solidaridad, la secuencia se abre cuando otro de sus términos ya no tiene consecuencia»[2]).

En el siglo XIX, el arte de la descripción, sobre todo en el periodo romántico y realista, fue un recurso frecuente para diferir el cierre de una secuencia. ¿Qué pasa con las formas literarias más contemporáneas y más experimentales que, desprendidas de la prioridad de «narrar una historia», hacen del paréntesis ya no un accesorio sino el objeto mismo del relato, que se ve contrariado en su principio de linealidad? Desde el punto de vista del estilo literario, algunas figuras cultivan la esencia misma del paréntesis, como la preterición, por ejemplo, que pretende callar una información que sin embargo recalca muy claramente. Esta figura es muy instructiva: hace obvia la doble o incluso contradictoria naturaleza del paréntesis que pretende insertar una aclaración o información secundaria, sin importancia, ocupando sin embargo un espacio muy visible (pensemos en los signos de puntuación que introducen un paréntesis// en las nociones de legibilidad/visibilidad/lo leído/lo visto// en las notas de pie de página/anotaciones). Un elemento supuestamente relegado al segundo plano, ocupa, de manera ostentatoria y casi intrusiva, el primer plano. Pasa lo mismo con la digresión: ¿qué lugar ocupa ? ¿Con qué finalidad ? ¿Cuáles son sus efectos ? ¿Es un elemento de composición secundario que, al no tener una función cardinal, podría suprimirse? O al contrario, ¿mantiene una función fática entre el narrador y el narratario, absolutamente indispensable? La digresión plantea inexorablemente la cuestión de la forma y del papel de lo que aparece como un desvío respecto a un tema (una estructura o una palabra) considerado como principal.

El paréntesis puede adaptarse al estudio de un corpus de relatos factuales o históricos por ser la cuestión de la memoria y el olvido uno de los ejes donde se manifiestan las diversas formas de las tensiones propias al paréntesis, como lo hemos subrayado (lo visible/invisible – lo oficial/no oficial, etc.).

 

Nociones/ Ejes

El texto literario, en su construcción textual y narrativa/poética, se fundamenta en dos estrategias secuenciales y segmentantes que son las estrategias de continuidad y discontinuidad.

Todo texto, que sea a partir de una visión prospectiva de la producción (escritura) o a partir de una visión retrospectiva de la recepción, ambas estrategias (secuencia y segmento) cuestionan la linealidaddel discurso (Barthes, Iser).

La sucesividad discusiva que aparece impuesta por la linealidad del significante, por la paginación y la delimitación del objeto«libro» vectoriza y orienta efectivamente nuestra lectura : el todo -libro-narración/poema-  postula que la suma de las partes es igual al conjunto, esasumabilidad  tiene como base matemática la linealización. Dicho de otro modo, el significante y el discurso «se desarrollan en el tiempo solo y tienen los caracteres que toman del tiempo: representan una extensión, y esa extensión es medible en una sola dimensión: es una línea»[3].

Sin embargo, ningún discurso, ninguna lectura, ni texto alguno pueden ser exclusivamente lineales, puesto que como lo dice J. Derrida «el texto comunica», es, pues, forzosamente «delineado» (J. Derrida). El texto comunica no sólo desde un punto de vista interdiscursivo, sino también desde un punto de vista intradiscursivo. En esa comunicación, el lector, estando en una tensión entre lo continuoy lo discontinuo, tendrá que salir o extraerse de la linealidad de su lectura, del orden directivo y de su espacio de lectura. Esa «extracción» (esa desviación/esas bifurcaciones/esosrodeos/desvíos) –puede referirse al mismo tiempo al narrador, al narratario y a la narración– podría hacerse, en un eje sintagmático y paradigmático a la vez, de diferentes maneras –lexicales, sintácticas, visuales y gráficas–: la puntuación, la tipografía en general, las repeticiones,las reformulaciones, los discursos citados, los discursos polifónicos, las notas a pie de página, la paginación, etc.

Según Sabine Boucheron-Pétillon, los paréntesis como signos tipográficos e «intervalos materializados» constituyen un procedimiento de delinearización, de desvío y de reorientación ya que permiten que el lector entre no sólo en otro «ritmo discursivo», sino también en «otro espacio discursivo», señalando sin embargo que hay a la vez exclusión e inclusiónfrente al hilo narrativo/poético. La puntuación y la tipografía (cursiva, blanco tipográfico, intervalos, etc.), son por sí mismas señales sintácticas y textuales de desviaciones, de pausasy de reorientacionesde la escritura y de la lectura lineales. Todas esa marcas tipográficas, o no, van a construir, con sus valores discriminantes, en el espacio textual, rupturas, fragmentaciones, desvíos, intervalos, articulaciones, relaciones y segmentaciones en el discurso y todo esto de manera superpuesta, horizontal o vertical. Podríamos hablar tanto para el discurso narrativo o poético como para la lectura de hipertextualización, de tabularidado de textos multimodales para retomar expresiones e imágenes que remiten más bien al campo de la textualidad digital.

 

[1]Barthes, R. (1977). « Introduction à l’analyse structurale des récits », in Poétique du récit. Paris: Seuil, p. 21.

[2]Ibid., p. 29.

[3]Saussure, F. (1974). Curso de lingüística general.Buenos Aires: Losada, p.133.

 

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